JUANA se siente mal....
No sabe por qué. Ha comenzado a tomar antidepresivos. No entiende lo que le pasa.
Está casada, su marido es abogado. JUANA tiene dos hijos, un chico de 20 y una chica de 18. Ambos estudian, Juanita ha comenzado en la universidad.
Ella también trabaja, media jornada. Estudió magisterio. Querría haber preparado una oposición porque le gustaba la enseñanza.... pero ya se sabe, vinieron los hijos... la casa... ocuparse de que todo fuera bien.
Apoyó a su marido para que le ascendiera en la Compañía; ahora tiene un buen puesto, tienen una buena posición. !!Ha valido la pena!!..se dice JUANA. Ella se contenta con dar clases en una academia privada... no es mucho, pero... puede disponer de unos ingresos, le da seguridad, no se sabe hoy día lo que puede pasar...
JUANA se encarga de la compra, de las comidas, de la organización doméstica.
Juanito no va muy bien. Ella le dedica tiempo...está preocupada.
La semana, los días...se pasan en nada. Entre todas las cosas de casa y la atención que ahora, como son mayores, le solicitan sus padres...bueno, y los compromisos con la familia de su marido – que si no, pone un gesto...como de reproche-. Y con más cosas que no sabría explicar muy bien. No tiene tiempo para nada más.
Bueno, va al gimnasio dos días por semana, se lo propuso, de vez en cuando sale a cenar...compromisos con los socios de Juan...hay que estar bien, y además guapa. Un día, recuerda- estaba cansada, pero bueno...él quería....- , Juan, mirándola con un gesto indefinible, le dijo en la cama “ estás como una foca”... Eso fue lo que la decidió a ir al gimnasio.
Cuando intenta hablar con Juan de los problemas de Juanito.. . O de “ese no sabe bien que” que le pasa a ella...él le dice “ no me vengas ahora con historias”. Y JUANA calla.
Juanita, esa si que es moderna, va mucho por ahí, sale con sus amigos....JUANA tiene cuidado de tener sus cosas a punto; un día, recuerda, Juanita le montó una bronca porque no había planchado el vestido que , mira por donde, justo esa tarde se quería poner...Fijate, recuerda JUANA, que incluso llegó a decirle que no sabía “que ganas tenía de ir a trabajar”, si lo que ganaba se lo pagaba a la asistenta...que ! Ni mucho menos! Estaba disponible, como tenia que estarlo ella, para que situaciones como la del vestido no ocurrieran. Cuando JUANA le dice: ¿ quieres que te enseñe a planchar?, Juanita le responde: tengo que estudiar...Y claro, es verdad que tiene que dedicar mucho tiempo ahora...
Y luego, pues es normal que descanse, que se divierta un poco: está en la edad.
Juan también me dice que si trabajo es porque quiero....que aquí, en casa, sin trabajar, estaría yo muy bien....que podría atender a todo mejor y estar más relajada, no tan neurótica....
Y yo- sigue rumiando JUANA-, yo pienso y le doy vueltas; si no fuera más a la academia, me vería en la obligación de decirle a la asistenta que no viniera. Y, me pregunto, ¿ no tendría que trabajar igual?... aunque ellos no le llamen trabajo a este estar pendiente de todo y de todos...Alguna vez he intentado hablar de eso con Juan, entonces él me mira de lado, enarcando una ceja, como si dijera . Tú que sabrás lo que es trabajo duro!...como si me despreciara...Siento su indiferencia, incluso su hostilidad, aunque no me diga nada. Y yo.... no sé... o si sé: siento que nada de lo que hago está bien, que nada de lo que hago debe valer mucho porque nadie parece darle importancia...que yo no valgo. Yo...¿ yo?...¿ qué soy yo?...¿ qué me pasa?...
El médico me dice que estoy deprimida y que con esas pastillas notaré alivio...que pronto podré hacer lo mismo de siempre y además contenta.
Pero no se...algo no funciona...
¿ Alguien me puede decir QUÉ PASA?