
Me hacia sentir culpable, pero culpable de que?
Culpable de nada pero si responsable de todo.
Las relaciones... no siempre salen como uno desearía.
Pero que ocurrió?
Cada vez que intentaba acercarme, se producía el efecto contrario, no podía entender, que sucedía y
era tan evidente , el corazón ya no sentía, se rompió.
Cuando mi hijo y yo oíamos el ruido de las llaves en la puerta nos echábamos a temblar pero el nunca me lo dijo hasta pasar unos años, y así sucesivamente.
Recuerdo en aquél entonces un día hablando con mi amiga Calenda, y llorando a la vez, cerré la conversación porque llegaba él, y yo, ya me ponía en guardia, me sentía presa en mi propia casa.
No es que me sorprenda mucho, llevaba tiempo que las cosas no mejoraban...y nunca esperas que ocurra realmente... voces altas, y algún que otro empujón.
Desde aquel día tuve muy claro que seria la última vez de aquellas acciones.
Esto ya no era vida.
Sabia a lo que me exponía y ya me daba igual, cansada , pero sin perder las fuerzas.
Se marchó un tiempo a Israel, solo un mes por cuestión de trabajo, pero era para alargar la prórroga del fin, y yo me echara para atrás en la decisión que ya había tomado..
Lo que hizo fue huir, huir para no firmar la sentencia a vivir cada uno por su lado, se negaba, no aceptaba.
Mientras estuvo fuera todo era calma... paz, tranquilidad.
Fue una lucha, todo esto empezó un mes de Agosto y acabó un mes de febrero, conviviendo bajo el mismo techo... durmiendo en la misma cama... hasta que se vio obligado a marcharse.
Y en su ausencia compré una libreta y fui escribiendo todo lo que había sucedido.
...Y pasado unos años, un día , fui arrancando hoja por hoja hasta quedar vacía
eran hojas con sabor amargo
hojas que quemaban
de miedo y angustia pero nunca de odio, y ya no quería tener entre mis recuerdos.
Y ahora sin razón ni pensamiento, aun sin saber porqué le amé... se que existió y que fue mi sueño.
Vivir sin ti es posible.