No busques la felicidad, simplemente hazle un hueco.

Un día más, otra conversación, una de tantas de esas que acabas con un...” hasta mañana, que descanses”

No era una despedida a escondidas ni un susurro al oído tras de una linea telefónica.

Era una cita tras el monitor que empezaba con una nueva charla, sin compromiso.
Sin ataduras sin planes ni sueños lejanos ni destino al que aspirar.

Sin embargo ese alguien empezaba a tener nombre y empezaba a imaginárselo en la vida real.

Era una traición para su corazón, volvía con estrategias para engañar a la razón y solo tenía que dejarse llevar.

Él, también dejaba asomar su interior en esas conversaciones, también contaba su día a día, sus problemas de trabajo, hobbies , proyectos, motivaciones, inquietudes.

Esa amistad empezaba a ser algo más real, se dieron los números de teléfono, y sus voces dejaron de ser dos desconocidas.

Ella sabia, que el tenia compromisos que le apartaban de su vida personal, pero no le hacia perder la esperanza, de que algún día se conocerían en persona.

Un día, en una de esas charlas él le dijo que había conocido a una chica, una chica preciosa.

Tenían confianza para contarse esas cosas que te pasan en la vida,y sabia que entre ellos siempre habría una gran amistad, sin fecha de caducidad.

Su lema en la vida es...vive y deja vivir


Ella se sentía bien así, de alguna manera, solo quería que fuera feliz allá donde estuviera.

Y fue entonces cuando se dijo.....

“ No busques la felicidad, simplemente hazle un hueco”

Esta entrada se la dedico a mi amigo Afonso y a ella.